29/11/10

La toma del poder

Las revelaciones de Wikileaks no son más sorprendentes que el amanecer cotidiano o el lánguido ocaso de los seres humanos de la periferia. Los que, como yo, creemos aun sin confesarlo, en la teoría del complot, sabemos que los imperios son así: prepotentes, osados, suicidas, persistentes en su obsesión panóptica. Pero comprobarlo siempre hace daño.
Al leer los cables sonfiedenciales, las miles de hojas vertidas a la olla imperial, queda la estúpida sensación de ser invitados de piedra en este mundo. Confirmamos, no sin estupor, que todo se dedice al margen de nuestra opinión o de nuestras necesidades. Son otros, otros los que se creen con el poder omnímodo, con la capacidad natural de pedir nuestro ADN o de jugar a los bombardeos y las cospiraciones.
Parece más urgente ahora la toma del poder. Podemos hacerlo de diversas formas. Expulsando a todas estas bestias de salones ovales o recatngulares, exigiéndoles que nos devuelvan lo que jamás debimos ceder. O también podemos ignorarlos, dejarlos en sus tristes partidas de ajedrez cósmico y construir un nuevo poder popular, paralelo, real, vital, incluyente, demoledor.
No sé cuál es el camino, pero desde luego no es este. No debería hacer falta un Wikileaks para abrir los ojos. No nos hacen falta los ojos si no queremos ver.

2 comentarios:

Ramón Benjamín dijo...

Hola Paco, es que Wikileaks no revela nada, sólo sirve de prueba a los tercos que teniendo ojos no quieren ver. Urgente la toma o construcción de poder, con base local y sin límites de fronteras y paisitos, que es la única forma que yo veo de sostener aternativas. Defitnitivamente no es poca la tarea.

Paco Gómez Nadal dijo...

es mucha pero somos más!!!!!