26/4/09

Abrazo roto



Qué extraña sensación esta de partir cuando uno quiere permanecer plantado. 13 días compartiendo muchas horas, conversas, desvelos, frustración y esperanza con las 31 personas que duermen en el duro piso de la Plaza Catedral han sido 13 oportunidades de reconexión con lo fundamental de la hermandad, del sentimiento de comunidad. Tengo que marchar porque en este mundo extraño seguimos teniendo que trabajar para comer, y lo hago con esa extraña sensación de traición que la mente sabe forzada pero que al corazón le cuesta rehuir.
Espero que al volver no estén acá, será buena señal. Pero también tengo ganas del reencuentro de un miga y un kobe pronunciados ya diferente, con la cercanía de la amistad. Espero que no los abandonen, que la solidaridad siga ahí, viva y calentita, que todas y todos los que han estado pendientes lo sigan haciendo.
En medio del circo electoral del país, hay una realidad sangrante y concreta. Me la llevo conmigo. Ta toe amigos.

22/4/09

Firmas de apoyo



Los compas de Almanaque Azul han organizado un sistema electrónico de firmas en apoyo al pueblo Naso. Les dejo el link para que puedan sumarse, si quieren, claro. Pasen la voz y manden su apoyo en el formulario que encuentran haciendo click en:
http://www.almanaqueazul.org/comunicado-naso/

El Malcontento de ayer martes

EL MALCONTENTO

¡Circo! ¡Más circo!

Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com

Estos días puede ir al circo. Y es gratis. Quiero decir, puede gastar la platica y visitar la inmensa carpa rosada que se levanta junto a un centro comercial de la ciudad, o sentarse frente al televisor o el periódico y, sin gastar un balboa, observar a las fieras en actitud humillante.

Cuando la política consiste en una paella, un par de maletines, un baile de pasaportes o unos lemas tan vacíos como los cerebros de quienes los promueven… el circo está servido.

Último artículo sobre esto que llaman contienda electoral. Claro, que ya estamos encima, no es que sea yo muy original, pero sí es cierto que si la política es el reflejo del estado de un país, Panamá está viviendo una de sus peores crisis de los últimos 20 años.

Tres países se mueven de manera paralela. Probablemente más. El de los políticos y sus asesores; el de los empresarios y los beneficiados del maná económico; y el de la gente normalita, la que corta calles, grita al viento y sigue ignorada. Es obvio que estos últimos son la carne de cañón de los primeros.

Hace unos días, participaba en un diálogo radiofónico con uno de los candidatos a la alcaldía de David, Amael Acosta. El hombre repetía una y otra vez, como quien se grabó tatuaje mental, que él lo que quería era recibir órdenes del pueblo y ejecutarlas. Ni una propuesta concreta, ni un plan creíble, ni un mecanismo de participación previsto para que ese “pueblo” se comunique con él… pero, instalado en la demagogia, intuyo que Acosta creía sinceramente que lo que estaba haciendo era política. El oráculo pueblo luego se traduce por lo que a-mi-me-de-la-gana, que para eso me han elegido. O, en el ¿mejor de los casos? en bolsas de comida, que es lo único que sabe distribuir Chello Gálvez o el mismo Gobierno. Tratar a tu propio “pueblo” como mendigos hambrientos en lugar de como ciudadanos sedientos de ejercer sus derechos.

Una vez en sus puestos, una vez elegidos libremente –aunque es una libertad bastante secuestrada esta de la gente cuando va a las urnas– los políticos se ponen manos a la obra en otro camino paralelo. El gobierno real, pero el invisible, es para los de siempre: buenos negocios para los que ya son millonarios, mejores negocios para algunos nuevos ricos que surgen a la sombra del nuevo poder, y un futuro de oro garantizado para ellos mismos. Y el gobierno mediático: algún tipo de bono para indígenas o jubilados, becas inútiles para fingir que educamos a nuestra sociedad y un par de obras faraónicas para poner la plaquita al final y que no se recuerde solo al presidente de turno por los casos de corrupción o por la ineficacia.

Nos queda aún con este gobierno otra etapa de paralelismos. Si el PRD pierde las elecciones –lo que parece bastante cantado– tendremos dos meses de acelere para liquidar negocios, dar unos cuantos permisos millonarios a minas, hidroeléctricas e inmobiliarias y tapar el sol con un dedo para evitar, en la medida de lo posible, largos procesos judiciales una vez que el fuero oficial no los proteja. Paralelamente, comenzará una orgía de inauguraciones fastuosas –la cinta costera o la autopista a Colón– y entregas de todo lo posible –títulos de tierra, informes de gestión, Prodec hasta la sopa– para demostrar que estos cinco años de sopor y venta del país (en la que lo único que me parece rescatable es cierta modernización del Estado) no fueron tal.

Sigan mi recomendación, rasquen en el bolsillo y vayan al circo donde los payasos después de la función se quitan el maquillaje. El circo gratuito tiene de malo que nunca acaba, que tenemos que convivir con payasos y contorsionistas el resto de nuestra vida (si no, miren los invitados a la famosa paella).

[¿Quién va a evaluar al sistema judicial que alimenta impunidad, al Ministerio Público que prometió ser azote sin clases y ahora no da clases ni en las escuelas ruinosas, o la Asamblea Nacional de bellas y honorables durmientes? El Estado no es el gobierno, ni el Gobierno el presidente, pero estamos en este universo “populopresidencialista” donde sólo recordamos vagamente nombres como Endara, Pérez B. o Mireya… ¿quién se acordará del triste Torrijos? Algunas de las víctimas de su desidia por acción u omisión seguro que no lo olvidan]

20/4/09

La vida en la Plaza


Baby recordará aquellos tiempos en que la Plaza de la Independencia (Plaza Catedral) era un entorno de vida cotidiana en aquella ciudad pequeña y más amigable. Hoy, a pesar del ruido y de las suciedades de nuestros tiempo, no deja de ser una isla con códigos propios, con visitantes habituales, con una nomenclatura que los que la cruzamos, disfrutamos, olemos, sentamos... ya tenemos incorporados. Estos días se han sumado nuevas voces, nuevas carreras de niños y niñas que ríen después de haber llorado tanto, de gentes soldarias que se sientan al pie del Gazebo a escuchar, a animar.
Acabo de dejar la Plaza y allá estaban varios niños naso jugando con dos iguales del este de Europa; uno de los cuidacarros habituales de la Central animaba a los indígenas a seguir la lucha ("porque ese es su derecho y porque mi dios rey los recompensará"); Carlos Ivaán Zúñiga, armado solo con su guitarra, levantaba ánimos y sonrisas; Olmedo Carrasquilla les contaba de otras luchas similares; el hermano Kuni, santeño de alma, se declaraba indígena como todo indígena digno de esta tierra; el vigilante del edificio en obras del futuro hotel aprendía del problema que generan empresas como la que vigila y yo, por unos segundos, sentí que el mundo, quizá, podía ser diferente.
El sueño no era sueño, sino realidad, pero mañana, enfrentados de nuevo a la terca sordera oficial, la Plaza me puede parecer una cárce estéril desde la que no se escuchan los gritos de justicia.

Contrastes con los trastes



Se van acumulando las resistencias, los recuerdos y los gestos para soportar el espacio y la sordera. Hoy, se supone que se dará una reunión con un alto funcionario del Gobierno y el derecho se puede convertir en favor. Hablamos todo el tiempo para preparar para el fiasco, para que no se decepcionen con esa incapacidad crónica de nuestros dirigentes para sintonizar con la frecuencia 'gente' o con la emisora 'justicia'.
"Hay que llevar cuidado que a la gente no le quede gustando la ciudad", dice uno de los líderes porque, a pesar de las durísimas condiciones de vida en este campamento callejero, la ciudad pone sus lucecitas encandilantes a trabajar, sus televiosres a caminar y sus tiendas a contonearse para hacer pensar que es mejor este encierro que aquella libertad a orillas del río San San. Los contrastes tienen mucho que ver con tanto traste, con tanto ruido, con tanta locura atractiva por ser locura.
Seguiran en este ejercicio de dignidad mientras siga este pequeño goteo de solidaridad, las gentes que en la noche pasan a hablar, a preguntar, a animar... Los 7 del primer día ya son unos pocos más y cada alma transmite lo que deberían hacer cientos.

18/4/09

in-sominio ajeno

Dormir en el suelo infértil de la ciudad es un acto en principio estéril. Excepto cuando hay raíces tercas que se empeñan en atravesar el duro concreto, excepto cuando se trata de plantar cara al perverso poder que estrangula sin ver, a ciegas, con una lucidez extrema.
Cuando se siembra así, imagino, no se puede esperar cosecha temprana, ni frutos dulces de emergencia. Semillas de futuro, rabias convertidas en cambio, simiente de un nuevo mundo que no veremos pero que tenemos la obligación de abonar con los desechos de éste.
Poco a poco las almas sensibles cocinan la solidaridad necesaria. No la mayoría, enrumbada hasta el amanecer en un juego de espejitos en el que gastan lo que cuesta sostener dos días este campemento que ya nos ha permeado.
El logro es no tangible, aunque en las siguientes horas tratemos de plasmar algo en los papeles que tanta importancia tienen en este blanco universo de blancos. Ya hay algo, ya hay algo que subre desde el piso y promete convertirse en tronco sólido del que enganchar ramas fecundas del futuro anhelado.

17/4/09

La fibra no conecta



¿Con qué fibra nos conectamos a la realidad? No parece ser la de la piel, ni la de los sentimientos, sino la de la conexión a Internet y los teléfonos. Confieso que me sorprende como anoche, cuando habíamos llamado a una cantidad de gente a pasar a conversar con los indígenas Naso acampados en Plaza Catedral, solo unas cinco o seis personas aparecieron. La solidaridad es fácil expresarla a través de internet, correos electrónicos... pero romper esa barrera de fibra y acercarse al otro, hablar con él, mostrale, al menos, la comprensión que el poder económico y político le niega... eso parece ser muy difícil: abrir un hueco en la agenda, pasar de las palabras a la acción, ofrecer ayuda, pensar en las condiciones en las que estas gentes están, en el impacto sicológico que tiene en ellos la ciudad, nuestra agresividad, nuestro modo esquizoide de vida...
¿Estamos conectados o creemos estarlo? Cada vez creo más que vivimos en la cultura del simulacro, donde creemos ser parte de un mundo que no conocemos y que no deseamos conocer.... qué hacer... qué hacer... ¿si nosotros mismos no queremos cambiar nuestra forma de vida y de relacionarnos con el resto, cómo le vamos a exigir a gobiernos y empresas que lo hagan?

16/4/09

A los sueños les dio por caminar



Y en medio de esta locura, de esta crisis (que es todo menos económica), de estas carreras y de estas tardes plomizas, a los sueños les dio por caminar. Hay uno, en especial, que lleva tiempo cocinándose y que ahora parace más cerca de materializarse. Quizá es un ejercicio demasiado elevado, pero creo que hace falta espacio para otras palabras ya que la Palabra es el único poder que podemos ejercer con cierta libertad.
Les quiero presentar un embrión mas poderoso: Otramérica, un sueño editorial que ya está en fase de compuador y que pronto, en pocos meses, debe estar materializado en papel, ese sagrado instrumento de propagación y perduración.
Chévere conocer sus opiniones, aunque sea de un solo pantallazo.

15/4/09

Día en la trinchera




Hoy se movilizaron los Naso a ciudad de Panamá. 21 adultos y 10 menores llegaron en bus público después de 12 horas de viaje. Trataron de hacer un campamento en las instalaciones de Naciones Unidas pero estos grandes patrocinadores de los Derechos Humanos amenazaron con echarles a la Policía. Los indígenas, apabullados por la ciudad, las corbatas y el lenguaje decidieron ceder después de cuatro horas de tira y afloja.
En la tarde, acudieron a un ecuentro de la OEA sobre temas indñigenas y ahí se levantó el ánimo. Gran recepción de los hermanos indígenas de otros pueblos, solidaridad, compañía.
Esta noche, después de conseguir algún lugar donde asearse y comer la ración de arroz imprescindible ha quedaod instalado el campamento en Plaza Catedral.
No les cuento mucho más por que también medra el cansancio por estos lados, pero los mantendré actualizados.
Un abrazo

13/4/09

Fruto de vigilia



Estoy recogiendo los pedazos del universo. Se ha dispersado en cientos de esquirlas después de reventar en mi cara. Una vez más. ¿Cuál será la propiedad elástica de este territorio tan estéril como fértil es el sustrato del que está compuesto?
La verdad es que el juego es propio. Cada cierto tiempo, todo estalla, se descompone, se pudre en segundos para después convertirse en abono de nuevos anhelos. Cada cual restaura el universo en función de sus posibilidades. Unos, apuestan a encerrarlo en una hermosa urna donde agua y piedras conviven en temepratura controlada. Allá corretean niños gozosos, se planifican paseos al exterior llevando la urna en el maletero ante cualquier contingencia; los besos suenan a cotidiano y siempre hay un hombro donde reposar la cabeza cuando el peso o el lastre ya no es soportado por el cuello. Otros, se la juegan a reconstruir el universo en medio de la hamada, ese desierto sin fin donde solo se puede estar con uno mismo y con la humanidad al tiempo, donde la soledad es lo más parecido a una comunión con multitudes tan desconocidas como familiares...
Los hay que no se dan cuanta si quiera de que hay un universo enfrente, alrededor, dentro de sí mismos. Empujan, halan, continúan tallando el día a día sin mirar atrás ni a los lados. Tampoco al frente, que sería actitud irresponsable en ciegos tan profesionales.
Estoy recogiendo los pedazos de mi universo para darles sentido. Y en esta tarea me siento tan impotente como poderoso: montaña rusa tan similar a la ruleta rusa, tiro en la nuca que da la vida, desgaste cósmico que aceita tendones y músculos ajenos que siempre acuden en los momentos de mayor debilidad. Glenn Gould y Bach se alían con cientos de rostros para pegar las esquirlas y convertir el cansancio en una nueva granada de fragmentación capaz de reventar mi esterilidad.
Mi universo cobra sentido una vez más, se rearma dispuesto a despeñarse en la próxima curva que lo dirija, sin apelaciones, a los acantilados donde el mar no golpea ni acaricia.

12/4/09

Un regalo especial

Martin Hopenhayn es chileno y leyéndolo me estremecí.... quiero compartirlo con ustedes



"No estaría mal un acelerador de mariposa para echar a correr este vértigo abdominal, un primaverazo en pleno estómago.
No estaría de más volver a amar con ojeras, remontar contra la corriente este tibio ordenamiento, brincando por encima de nuestras apacibles renuncias hasta rehacer lo que la terca prudencia deshizo. Confundir el entusiasmo con la verdad, lo fugaz con lo irrefutable, lo aparecido con lo imprescindible.
No estaría de más arrojarse a una pasión con duelo incluido -¿qué pasión que se precie de tal no tiene duelo?-, abandonarse al galope suicida de la sangre convencido de que la vida sólo se muestra al interior de ciertos suicidios, adolecer sin cálculo, consagrar el presente a la anticipación de encuentros virtuales con rostros y manos no menos virtuales.
No estaría de más remontar el tedio cuesta arriba, remar las ganas cuesta abajo hasta alcanzar la parte más vulnerable de sí mismo, exponer la propia carne a un abrazo equívoco y a un desencuentro inequívoco que la deje huérfana de toda otra carne, flaquear contra lo ajeno por ser tan ajeno, desparramarse sin excusa, cabecearse el sueño de otros por amor al arte.
No estaría de más anclarse en los gestos minúsculos, en las señales gratuitas, en las miradas reconstruidas desde afuera y a destiempo. Quedarse allí como si nada, como si por allí pasara todo el aluvión de lo vivido. Acecharse uno mismo, renunciando eufóricamente a toda lucidez posible, a bordo de un naufragio seguro en una fecha vaga pero próxima.
No estaría de más invertir causas y efectos, meter a contrapelo la escalera en el ascensor, el toro en el patio de la casa, la desnudez en la camisa. Caer en desgracia y atribuirlo a los dones de la gracia, empantanar la propia ansiedad con un golpe de ala. Saltar por la ventana sólo para golpear la puerta por fuera, con la frenética ilusión de volver a entrar a quemarropa en la propia adolescencia.
No estaría de más recorrer estos incendios de agua y salvar de los escombros un recado ambiguo, un mensaje de aire, una ruina que hable de su pasado remoto. Cabecear fuera de juego con toda la emoción de gol, remar citas imaginarias hasta incrustarlas contra viento y marea en el oleaje del día. Comerse todas las imposibilidades de ser y no saciarse y luego volver a intentarlo con más convicción y menos fundamento.
No estaría de más gastarse en estas cosas, fumarse hasta el vapor, pagar cuentas de vida o muerte que a nadie le cambian la vida, volver al paraíso sólo para salir disparado del paraíso una vez más, pero con una fuerza inédita. Obcecarse en este regreso hacia adelante en este camino desconocido con desenlace conocido.
No estaría de más perder el tiempo ganado, derrocar la sensatez con un exabrupto de cintura, cambiar raíz por mariposa, historia por vértigo, pacto por arrebato. Despeinarse la calvicie con resaca de ciclón, afeitarse la mejilla más beata sólo para provocar un follaje que aloje y enrede. Pegarse la voltereta del año en un desfiladero. Llegar al punto de escribir imágenes seudopoéticas como éstas, poco sutiles y bastante toscas, con la pretensión de decir algo que no cambiaríamos por nada.
No estaría de más arrimarse a esta manía por la velocidad, a este coqueteo con la muerte, a este desgaste glorioso y sin provecho. Ser torpe en la destreza, diestro en la torpeza, rascarse las grietas con una curiosidad de niños que creíamos haber despoblado hace mucho tiempo. Ser este sin sentido en el que todo se convierte en máxima expresión, en despedida absoluta, en perfecta asimetría.
No estaría de más dar un paso en falso y reverdecer en el exceso, subirse al corral de otro, usurparle la mamadera y vivir su pataleo con toda su impotencia. Apostar al tejo pasado hasta acabar de bruces en el cielo, cuadrar un circulo vicioso en un círculo virtuoso y habitarlo como quien no quiere la cosa, o como quien la quiere demasiado.
Todo esto no estaría de más. pero tampoco estaría de más lo otro: cuidar y regar toda la cosecha que se arriesga al zambullirnos en todas estas cosas que no estarían de más. Ávidos de esto y de lo otro, buscamos acaparar la pasión y el cálculo, la serenidad y el desborde, lo aparecido y lo construido. No estaría de más jugársela por esa avidez."

10/4/09

El sueño profundo de la dignidad

Acabo de salir de San San Drui. Acabo es una manera de decirlo, porque son horas de caminos y carreteras las que me alejaban de mi siguiente destino. En condiciones normales debería haber recaído en el blog de Panamá en Ruta, pero el énimo no es periodístico, ni tan siquiera de observador.
Durante 48 horas he escuchado palabras tan sencillas como contundentes y he visto gestos tan humanos como clandestinos. En Drui y en San San están resistiendo bajo un plástico rasgado mientras, a una velocidad sorprendente, levantan nuevas casas pequeñas y precarias donde, antes de que la policía interviniera, habia tambos hermosos y bien ordenados en esta explanada verde y pura.
48 horas viviendo el sueño de la dignidad, jugando a imaginar que los excluidos son los vencedores, que los explotadores se resbalan en esta quebrada de valentía. Por un extraño efecto de estas energías, en el camino de salida algunas lágrimas peleaban conmigo. Una profunda tristeza contradecía la euforia que había acumulado en estos dos días. Deberé gestionarla. Pero... sí aprendí algo... que el mayor patrimonio de una comunidad es la unidad y los liderazgos cotidianos. Que las palabras rudas y articuladas con dificultad pero con contundencia de Lupita valen más que un discurso de Obama, que los 150 centímetros de Tony acumulan la fuerza que no se compra en gimnasios, que el martillo de Avelino o la cámara de Lucho son armas poderosas contra la ignorancia de los que sí tienen.
Me siento agradecido. Agradecido a estas hermanas y hermanos y un poco avergonzado de ser parte de este circo en el que fingimos no ver mientras el sol estalla en nuestros ojos.

7/4/09

In-somnios de mañana

Destilo impotencia al mismo que me rearmo a cada paso. Transformar rabia en acción, tristeza en esperanza, resistencia en poder... La pasamos rompiendo los vidrios de emergencia en un intento de buscar una salida a este juego perverso en el que nos mete el sistema. A veces, sintiéndome ingenuo e infantil, las lágrimas se resbalan desde acantilados esculpidos de incomprensión. Otras veces, amarrado a la ira humana de la deshumanidad, siento tropas dispuestas a ganar cada batalla, cada aliento reprimido por el poder y sus secuaces. La maquinaria es tan inmensa que el cansancio amenaza, pero luego, la dignidad, los ejemplos, los gestos y las palabras rearman la batería y permiten dar un paso más, escribir un verso nuevo, redentor, puro de suciedad maltrecha.
Jugar en colectivo significa dar un paso y distanciarse del ombligo propio. Renunciar a ciertas desidias para participar de los anhelos de los Otros. Si alguna vida tiene sentido es la vida compartida: rompiendo el cascarón, renunciando a la pequeña frontera de lo cotidiano, estando dispuestos, quizá con humildad, a sentirse parte de la humanidad -esa tan abrumadora como hermosa-.

Publicado hoy 7 de abril

Opinión



EL MALCONTENTO

Carta al pueblo naso

Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com

Es la segunda vez que escribo este artículo. La primera versión, que llegué a enviar, estaba cargada de rabia, de odio contra el gamonal, de incomprensión, de frustración, de fuerza que si tuviera sería destructora.

Manifestaba con crudeza mi odio hacia alguien que no conozco llamado Mario Guardia, propietario de Ganadera Bocas; disparaba mis torpes palabras –torpes como todo lo poseído por el odio– hacia los funcionarios sin alma que ejecutaron una fraudulenta orden de desalojo contra los naso de San San y San San Drui, en Bocas del Toro; denunciaba la mancuerna Estado–empresa que gobierna y destruye el ingenuo sueño de justicia para nuestro país…

Sigo odiando y sigo sin comprender este extraño mundo en el que nos aplastamos como insectos ignorando el alma del otro, blandiendo las leyes que torcemos a nuestro favor e ignorando la justicia humana, la más básica.

Pero decidí reescribir el artículo después de saber que los empleados de Ganadera Bocas estaban tratando de atemorizar –más– a los naso a punta de bala (gamonal, gamonal de otras épocas que nunca fue exterminado…). El corazón arrugado me pidió más bien que le escribiera a los hermanos y hermanas que resisten acampados en San San, desprotegidos por su supuesto Estado, ignorados por sus teóricos compatriotas, silenciados por los medios de comunicación, incapaces de entender su papel integrador de un territorio. Aquí va:

“Queridos hermanos y hermanas,

Lo sois no por indígenas ni por excluidos, sino por seres humanos que padecéis y reís como yo, que miráis a vuestros hijos e hijas con los mismos temores y anhelos que cualquier humano dotado de alma. Os escribo desde la más absoluta tristeza y orgullo. Vosotros, que cómo hubiera dicho José María Arguedas, tenéis “corazón de piedra y de paloma”, no permitís que el mundo duerma.

Los colonizadores y los republicanos, en momentos tan diferentes con excusas tan dispares, buscaron vuestra asimilación y vuestro fin. Ahora, con forma de modernidad legalista, son los exterminadores empresarios angurrientos a los que la dignidad les parece un capricho étnico y los derechos ancestrales un exotismo postmoderno.

Sé que es difícil mantener la calma en estas circunstancias, no responder con fuego al fuego, no vengar el dolor que os han infligido una vez más: el despojo, la humillación, la violencia estatal y policial. Sin embargo, si queréis que el vientre de la tierra siga vivo, si queréis seguir sembrando la semilla del arco iris para que otros tiempos nos respeten, os debo animar a seguir la resistencia tozuda, pacífica y ruidosa.

Con vosotros compartí agua y penas, de vosotros escuché la fortaleza y la suavidad del cauce del Teribe… os diría que no estáis solos. Y no lo estáis. Hay miles de personas que os comprenden y os apoyan, pero son tan pocos… Vivimos un mundo endurecido de corazón e individualista de espíritu. Y vosotros… ¡ay vosotros! Que creéis en lo colectivo y en las razones que no figuran en las leyes ni en los libros…

Os toca resistir mientras tratamos que el corazón agazapado en la ciudad palpite de nuevo, sufra con la injusticia que os toca y sonría con las pequeñas batallas ganadas al sistema de explotación. No invoquéis la causa indígena, porque os acusarán de trasnochados. Tampoco, la multiculturalidad, porque es palabra inventada sólo para los salones políticamente correctos. Que no se os ocurra hablar de justicia a secas o de hermandad, porque os lloverán pedradas por filocomunistas o por ingenuos.

Toca aferrarse a los Derechos Humanos, a esa declaración tan hermosa como ignorada pero que, a veces, da miedo a los gobernantes ciegos. No apeléis a la conciencia, que esa es elástica como el caucho; no llaméis a la solidaridad de los movimientos sindicales o de las oneges, cada cuál –con contadas excepciones– ocupados en mantener su propia maquinaria funcionando. Sí podéis recurrir a los líderes de otras comunidades, a los que entienden en carne propia lo que es quedar en la calle de la noche a la mañana, lo que es el golpe torpe y seco de los antimotines –bestias alienadas por un mísero salario–, lo que es la exclusión social y cultural –mucho más perversa que la pobreza–.

Desde acá, desde las estribaciones del pesimismo y la tristeza, os ofrezco tan sólo palabras y algo de la energía que no tengo. Se gane o se pierda la pelea, los párpados del universo se abren un poquito más gracias a vuestra fuerza”.

5/4/09

Defensoría denuncia el operativo contra los naso

Publicado hoy en La Prensa
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Cerca de 300 indígenas resisten acampados en el área de San San

Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com
La Defensoría del Pueblo ha denunciado la violación del debido proceso en el desalojo de al menos 17 familias en las comunidades naso de San San, San San Drui y San San Tigra, en la provincia de Bocas del Toro. En un informe fechado el 2 de abril, la Defensoría critica con dureza la acción de lanzamiento contra los indígenas naso ordenada por la corregidora de El Teribe, Aracelys Sánchez, y ejecutada el pasado martes 31 de marzo por unos 150 policías antimotines en la que, además fueron tumbadas unas 30 casas y construcciones comunitarias.
Tras investigar los hechos, la Defensoría considera que Sánchez no notificó a los afectados de la existencia de la orden, además de que “no tomó en consideración las consecuencias de tipo social que traía consigo llevar a cabo el lanzamiento”. Este diario fue testigo de la visita que hizo a San San la corregidora acompañada de unidades policiales y de funcionarios de Ganadera Bocas el pasado 18 de febrero. En esa ocasión, amenazó oralmente con el desalojo pero no informó de la resolución que lanzamiento que había firmado el 2 de febrero anterior. Desde entonces, abogados de organizaciones no gubernamentales trataron de conseguir la resolución. Fue imposible hasta después de la intervención del martes pasado.
La situación en el área de San San sigue siendo de tensión después de la violenta intervención policial en la que al menos ocho menores de edad tuvieron que ser trasladados a un centro médico afectados por gases lacrimógenos. El desalojo responde a un conflicto sobre estas tierras que reclama Ganadera Bocas, empresa de Mario Guardia implicada desde hace años en choques violentos con comunidades indígenas de Bocas del Toro.
“La acción fue desproporcionada. Bloquearon el camino de acceso a la comunidad, fueron muy violentos y tumbaron las casas de las familias con maquinaria de la Ganadera”. Eliseo Vargas, líder de la Fundación Naso, describe la situación como crítica y considera que este conflicto no se habría dado si el Gobierno hubiera accedido al reclamo de demarcación de la Comarca que los naso reclaman.
En el área de San San vive, además, el rey Valentín Santana, máxima autoridad naso no reconocida por el Gobierno central. Allí se acababa de terminar la construcción del Centro Cultural Naso, que fue completamente destruido en la acción policial.
Según la Defensoría, al menos 150 adultos y 65 menores de edad permanecen a la intemperie, acampados cerca del río. Los líderes naso han anunciado que no van a dejar el área y que van a defender su territorio. El jueves, jóvenes de la comunidad levantaron barricadas con las hojas de zinc de las casas destruidas en prevención de nuevas acciones violentas.
Durante la visita de La Prensa al área a mediados de febrero, uno de los líderes comunitarios, que pidió reserva del nombre, reclamaba el derecho a defenderse: “El que busca, halla. Nosotros hemos aprendido a defendernos y también sabemos que las personas valemos más que los búfalos. Ganadera quiere nuestra comunidad para hacer potreros, nosotros para desarrollarnos como pueblo”. Tanto entonces, como ahora, este diario ha tratado de comunicarse con la corregidora Sánchez, quien no ha respondido las llamadas.
Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), organización que acompaña a los naso, considera que además de haberse violado el debido proceso, en la acción se han violado derechos humanos fundamentales y se dio un “uso excesivo de la fuerza”. Tanto la comunidad como ACD han interpuesto acciones legales y han activado mecanismos internacionales de protección para evitar nuevas agresiones contra la población civil.

3/4/09

Con-trastes con fundido en gris

En un fino salón de la Panamá visible se reúnen autoridades, diplomáticos, oenegeros y gente de la cultura. Hay contentura... todos y todas se felicitan de haberse conocido, de 'entender' las peculiaridades de la 'multiculturalidad', es que siempre muestra al Otro o a la Otra y que no incluye sino que expone. Presentan un libro sobre Darién hermoso en la forma y débil filosóficamente. Los Otros se quedan en una anécdota exótica para mostrar hasta que molestan 'al desarrollo'. No es culpa de las autoras, es el tejido de mentiras en el que nos movemos casi todos.
Lejos de allá, en San San, cientos de indígenas acumulan placas de zinc a modo de barricada para evitar una acometida policial en el campamento improvisado junto al río, después de que sus casas hayan sido destruidas por la maquinaria de una empresa privada.
Entre estos dos puntos, otras personas comparten un café en un local de la capital. Mientras otros clientes hablan de helados y de fútbol, ellos discuten como evitar el arresto de un líder, la estrategia para contener a la bestia, cuáles son las palabras que pueden lograr que los sordos escuchen.
Confundido, llego a casa. Tanto en tan poco tiempo, tantas realidades paralelas que tuercen mi optimismo y funden en gris el final del día. ¿Para qué carajo sirven las palabras, mis palabras? ¿para qué en este mundo de analfabetos de corazón?
La falta de respuestas me confirma mi ingenuidad a la hora de enfrentar esta realidad tan compleja como injusta. Pienso, a punto de dormir, que mi desvelo solo sirve a mi precaria conciencia.

Bienvenid@s a Estacion Tropical

"Encontré la pira humeante bajo el árbol de marañón la misma tarde del funeral de Mamita Isidra. Era el verano de 1968. Años más tarde por boca de la tía Marita entendí el significado de las cenizas de esos años". Así comienza una de las entradas del blog de Orlando Acosta, Estación Tropical. Recomiendo la lectura de los textos de este amigo que navega en Panamá y en su alma con la misma sensibilidad: abierta, crítica e intimista.
Un buen regalo.

2/4/09

La injusticia cuenta con la ceguera.... ¡¡Solidaridad con los naso!!








Les confieso que ya no sé cómo contar los hechos de la injusticia, cómo digerir el silencio, la ceguera de los que seguimos , la inmensidad de estos actos insiginificantes para el universo y de infinito dolor para la comunidad afectada. Desde el martes, las comunidades naso de San San, San San Drui y San San Tigra.
Una empresa sin límites, como casi todas (y lo siento por los moderados), con el poder coercitivo del Estado de su parte, como casi siempre, está destrozando la vida de una comunidad humilde y digna. Allá estuve hace un mes y me cuesta creer que los sueños de estos hermanos y hermanas ahora hayan sido incinerados y aplastados por policías y máquinas pagadas por la empresa ganadera.
A continuación reproduzco el comunicado de Alianza por la Conservación y el Desarrollo.

"Las comunidades Naso de San San, San San Druy y San San Tigra han permanecido sitiadas por efectivos de la Policía Nacional bajo el mando de la Corregidora del Teribe, Aracelys Sánchez, durante las últimas treinta y cuatro horas. El violento desalojo inicio este lunes 30 de marzo a tempranas horas en la comunidad de San San Druy. Aunque la Policía entro al área con la supuesta intención de realizar un desalojo a favor de la Empresa Ganadera Bocas, todavía resulta inexplicable la razón por la que los policías se ha quedado acampando y pernoctando el área. Han establecido retenes policiales en el paso peatonal que conduce a la comunidad para obstaculizar el libre tránsito de las personas. Uno de los afectados y voceros de la comunidad Don Lucho Gamarra indica que “nos sentimos rehenes en nuestra propia tierra, castigados sin haber cometido un delito, solo porque continuamos reclamando nuestras tierras y exigiendo la definición de una Comarca para el Pueblo Naso”.

La irregular presencia de las fuerzas del orden público ha mantenido aterrorizada a la población indígena que quedo totalmente a la intemperie, sin comida ni techo. Varios niños y niñas tuvieron que ser llevados a urgencias en horas de la madrugada de hoy martes por intoxicación producto de los gases lacrimógenos que la Policia Nacional lanzó a las viviendas tradicionales de familias Naso, que permanecían dentro, resistiendo el desalojo.

Según informes brindados vía celular por los moradores que se mantienen en el área, hasta el momento las maquinarias de la Empresa Ganadera Bocas ha destruido once viviendas, una abarrotería y una iglesia en la comunidad de San San Druy. La única casa tradicional que se mantiene en pie es el Centro de la Cultura Naso, obra que estaba por inaugurarse el próximo 10 de mayo y que fue tomado por la policía como refugio y garita de vigilancia. En horas de la tarde de hoy las maquinas entraron a la comunidad de San San ha continuar con la cruel tarea de dejar a mas familias Naso sin hogar.

Las personas de las comunidades se mantienen acampando en los terrenos donde estaban ubicadas sus casas, han hecho una olla común a orillas del río y están tratando de rescatar algunas pertenencias. En lo que era casa de Lucho Gamarra, investigador del Centro de la Cultura Naso, se encontraban valiosos documentos y artículos que durante varios meses de tarea había estado recopilando sobre la historia y cultura de su pueblo para los diversos talleres y exhibiciones que iban a realizar con las 11 comunidades Naso en el mes de mayo y junio.
Eliseo Vargas miembro de la Fundación Naso responsabiliza directamente “al gobierno panameño por los abusos, hostigamiento y violaciones a nuestros derechos en las comunidades de San San y San San Druy por parte de la empresa Ganadera Bocas S. A., ya que si tuviéramos definidos los límites de nuestra propuesta de Ley Comarca Naso, no existiera hoy día esta problemática de tierra, límite y camino de acceso entre estas comunidades y la empresa Ganadera Bocas S. A.”
Los últimos acontecimientos se suman a operaciones similares que se han realizado durante la administración de la Gobernadora Esther Mena de Chiu, incluyendo los hechos ocurridos en el Río Changuinola en junio de 2006 y en enero de 2008; en la isla de Cayo de Agua en octubre de 2008 y en febrero de 2009, y repetidas instancias de intervención policial arbitraria en el Territorio Naso, como en Abril de 2005, Noviembre de 2007, Enero de 2008 y Abril de 2008.

La mayoría de estas intervenciones irregulares de la Policía Nacional en las comunidades indígenas han sido denunciadas a la Defensoria del Pueblo y a las autoridades judiciales sin que se hayan tomado medidas correctivas. A pesar de que las acciones policiales han sido ordenadas por los corregidores, es imposible que en estos tiempos de inseguridad ciudadana estos funcionarios tengan mando sobre decenas y hasta cientos de policías a un mismo tiempo sin el consentimiento de las autoridades provinciales de más alto nivel. Más bien, los hechos sugieren que se ha implementado una política sistemática de represión en contra de la población indígena utilizando métodos y practicas propios de los peores años de la historia política de nuestro país".

1/4/09

Publicado el 30 de marzo

La fiebre de Bonyik

Los nasos, divididos ante hidroeléctrica

La ausencia del Estado en este conflicto es evidente. La presencia policial es pagada por la empresa.


AMBIENTE. La maquinaria pesada trabaja rápido en un puente sobre el río Teribe, a la altura de El Silencio.
ESPECIAL PARA LA PRENSA/Paco Gómez Nadal
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PACO GÓMEZ NADAL
CHANGUINOLA, BOCAS DEL TORO.

paco@prensa.com

Un sonido constante ha roto la paz en los potreros de Esteban Durán. El martilleo contra la pared de roca con la que limita su terreno repica el doble en el silencio de este paraje solo antes roto por el natural rumor del cauce del río Teribe, el espacio tradicional de vida de los indígenas nasos, etnia a la que pertenece Esteban.

“Yo he hablado con todos los que vienen ahí, me he parado con mi familia como un hombre… pero esa gente no escucha”. Esteban habla a la sombra, al pie del río que en la última crecida le dio un buen bocado a sus tierras.

“Esa gente” a la que se refiere es la responsable del proyecto hidroeléctrico Bonyic (Hidroeléctrica del Teribe S.A., detrás de la cual está Empresas Públicas de Medellín –EPM-, ha reinventado la grafía naso que se refiere al Bonyik). Al menos, lo que es seguro, es que a “esa gente” no les gusta hablar con periodistas que preguntan sobre el conflicto que mantiene EPM con parte de la comunidad de Bonyik.

“Deje su número y yo lo llamo si tenemos respuesta”, contesta turbado, incómodo, el ingeniero Roberto Pérez, coordinador de Gestión Ambiental y Social de la empresa, al que remiten las preguntas los empleados de acento ‘paisa’ que laboran en Changuinola. Nunca devolvió la llamada.

El proyecto aún no tiene la concesión de la Autoridad Nacional del Ambiente sobre la zona del bosque protector Palo Seco donde se pretende construir la represa, aunque en el sitio web de la empresa se asegura que empezará operaciones a mediados de 2010. Sí tiene todas las bendiciones para avanzar en la carretera de acceso a ese lugar. La maquinaria pesada trabaja rápido en un puente sobre el río Teribe a la altura de El Silencio, junto a Changuinola, y en los rellenos y cortes de montaña para trazar la vía. Al lado de estas máquinas la voluntad de los Durán parece mínima.

“Ellos creen que aquí solo hay indios pendejos”, insiste el molesto Esteban antes de que su hermano Teodolo critique a los miembros de la comunidad que colaboran con el proyecto: “Vender la tierra es como vender a la madre”.

El proyecto hidroeléctrico ha profundizado las divisiones entre los nasos, unas 4 mil personas que distribuyen sus afectos entre el destituido rey Tito Santana (aún reconocido por el Gobierno y en estrecha colaboración con EPM) y el rey Valentín Santana, contrario a los proyectos que afecten el territorio de 112 mil hectáreas que reclaman los naso para su comarca.

“Estamos enfermos de esta gente”, concluye Quito Torres, otro vecino molesto con la propia división, con el enfrentamiento que le parece provocado. Roberto Zirauqui, sacerdote español con unos 30 años en la zona, habla cansado y sudoroso de un conflicto al que no le ve fácil solución.

“Aquí toca que los naso resuelvan sus diferencias primero, porque eso está jugando a favor de la empresa que desde que compró el proyecto no ha tenido en cuenta el conflicto social”.

Valentín Pineda, administrador regional de la Autoridad Nacional del Ambiente en Bocas del Toro, considera este proyecto de hidroeléctrica como “conflictivo” y deja entrever que será difícil que este gobierno asuma un problema más dando la concesión sobre Palo Seco a EPM durante los pocos meses que le quedan a esta administración.

La ausencia del Estado en este conflicto es evidente. La presencia policial es pagada por la empresa y las instituciones aparecen cuando los choques se vuelven violentos. El propio Martín Torrijos, presidente de la República, alcanzó a reunirse con los afectados, y uno de sus funcionarios más cercanos, Darisnel Espino, llegó hasta estas tierras. “Nada ha pasado, trabajan a favor de la empresa. Pero esos engaños los hicieron con nuestros antepasados. Ahora entendemos el idioma y sabemos defendernos”, asegura.

Sentado en la casa de cultura naso de San San Drui, el rey Valentín Santana también se queja del Gobierno central y de la situación de su gente: “Nos están dejando como sardinas empacadas en lata, sin terrenos y sin opciones. Ni nos respeta el Gobierno ni nos respeta la empresa Bonyik”.

Santana habla todavía preocupado por la reciente visita de la Policía y de la corregidora que llegaron hasta San San Drui a avisarles oralmente de un pronto desalojo de estas tierras que reclama la insaciable Ganadera Bocas. La tensión entre los nasos es evidente y los problemas en Bonyik o acá mismo son posibles detonadores de conflictos mayores.

“He tomado demasiada sopa de frijol para aguantar estos atropellos, si las empresas tienen su fiebre yo tengo mi pastilla”, anuncia con fuerza, pero sin gritar un miembro de la comunidad mientras echa mano a una ficticia pistola.

En la loma donde avanza la carretera de la hidroeléctrica el tono de los vecinos no es más suave. Esteban Durán, visiblemente molesto, se despide: “Van a ver muerto a este perro… pero en este mismo terreno”.

Publicado el 31 de marzo

Opinión

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EL MALCONTENTO

Cero en cultura

Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com

Aunque ya han pasado días y he tratado de olvidarme, aún me rondan pesadillas donde escucho a los candidatos a la Presidencia intervenir en aquel patético debate donde, además del vacío de propuestas o la triste puesta en escena, la incapacidad oratoria de Herrera y Martinelli quedó en evidencia. Nervios… pueden decir unos; incultura… podemos decir otros. En general, la forma de hablar de las personas evidencia de algún modo cómo piensan y, siguiendo esta lógica, se piensa en función del mobiliario que alberga el cerebro. Para esto no hay secretos: tener títulos universitarios o dinero no es equivalente a contar con una vasta cultura general y sin ésta el pensamiento no va más allá de cuatro ideas sueltas.

Quiero pensar que la propia incultura de ambos es la razón de que en los programas de gobierno de ambos candidatos la cultura esté proscrita. Este cero en cultura es sintomático. Por una parte habla de los intereses y de la mirada que tienen estos políticos sobre el país: una suerte de poema mal compuesto con las huecas expresiones “mano dura”, “transporte masivo” o “cobertura educativa”. Por otra, para qué mentirnos, refleja la realidad de una Panamá que no está aprovechando la bonanza económica para fomentar una oferta cultural de calidad y con un mínimo de variedad que genere referentes para todos nosotros, que provoque el pensamiento, que alimente la creatividad y que construya una sociedad madura y dialogante.

Seguimos viviendo en una inmensa Zona Libre sin cerebro. Si los anuncios del Ipat venden el turismo de casinos o el de shopping es porque es lo que tenemos, además de esa magnífica riqueza natural que vamos destruyendo a ritmo agigantado.

Es difícil que vendamos una Panamá cultural que alquila su único Teatro Nacional para celebraciones de colegio y el Teatro Balboa para realities shows aculturizantes donde bailar un rato es el pasaporte a una salvación tan espumosa como fugaz. Es difícil que nuestra sociedad madure cuando la mayor inversión en eventos es el Carnaval capitalino, cuando los museos del interior se caen a pedazos o cuando una sola biblioteca trata de gestionar Babel desde el Parque Omar.

Insistir en este punto a los candidatos es –como dirían en Francia– darle de comer rosas a los puercos. Nuestros políticos son felices inaugurando autopistas o puentes, no bibliotecas o centros culturales. No saben que cada día que pasa sin invertir en cultura democrática, masiva y de calidad es abonar una sociedad agresiva, estúpida, xenófoba y castrada. Por suerte, Panamá aguanta todavía con el impulso de una generación que sí crea y produce cultura, pero ya está envejecida y su capacidad de penetración social es escasa.

No es un tema colateral. La cultura es un asunto central en el desarrollo de los pueblos y en Panamá los gobiernos lo ignoran y centran todas sus apuestas en un desarrollismo económico tan falso como frágil. Al igual que en el tema de la educación –y a pesar de lo que opinen algunos ejecutivos de clase alta que sueñan con un país privatizado–, la cultura es un tema de Estado que debe ser financiado con dineros públicos. Hoy no es así. Las pocas iniciativas que sobreviven –algunos de los pequeñísimos teatros privados, centros culturales como Huellas, festivales como el de jazz o el de diablos, eventos salpicados como el Perote de las Musas o iniciativas locales en las ciudades del interior– son promovidas y financiadas básicamente con recursos privados aprovechando el concolón de nuestra economía.

Considero que los creadores y gente de la cultura no pueden permanecer callados ante la próxima administración. Igual que los campesinos acampan y protestan en contra de los megaproyectos económicos que los amenazan, deberíamos ver algún día una protesta para exigir mayor y mejor inversión en el sector cultura porque tan importante es cuidar nuestros ríos y montañas como promover nuestra salud cultural. Es decir, pasar de los comentarios de cafetería criticando este cero en cultura en los programas a un activismo político que potencie la refundación del Inac y que ponga en marcha una política nacional de cultura agresiva, de cobertura en todo el país y con los recursos suficientes para ejecutarla.

Sin cultura, Panamá terminará siendo un inmenso mall rodeado de matas plásticas donde los panameños serán empleados al servicio de “turistas” residenciales y compradores compulsivos. Somos y merecemos algo más.