14/5/14

Los brahmanes cierran filas

Ya lo sabíamos, pero comprobar su nivel de cohesión produce repulsión. La casta política, os autodesignados brahmanes de la ciudadanía, han cerrado filas tras el truculento asesinato de una de los suyos. Declaraciones de “dolor” y “consternación” tan falsas como auténticos son los llamados a controlar las redes sociales ante la “apología del delito” que navega en sus turbulentas aguas. No es difícil hacer la conexión entre esta búsqueda prospectiva de delincuentes apologetas y las brigadas político sociales de cualquier dictadura.
En este caso se trata de la mafiocracia de los brahmanes que no está dispuesta a que se cuestione su nacimiento divino, su unción fruto de a halitosis de un Brahmá borracho que se equivocó al provocar su descendencia. Las castas, en occidente, se comportan como ‘la famiglia’ mafiosa, protegiendo a los suyos y considerando como enemigo a todo aquel que cuestione su territorio y su poder corrupto.
De no ser por esta explicación corporativa, sería incomprensible que concejales de casi todos los signos participaran ayer en minutos de silencio que no hacen cuando los inmigrantes mueren en las concertinas de la vergüenza, o cuando la desesperación de la pobreza lleva al suicidio… De no ser por este asqueroso acto de autoprotección, sería antidemocrático que jueguen a bajar las banderitas que supuestamente nos representan como país en homenaje a quien nos avergonzaba desde la política.
Nadie se alegra de una muerte, pero no todas generan el mismo estupor social. Esta sólo ha generado alarma entre los suyos (que temen ser tiroteados por otros cadáveres políticos) y entre los medios de comunicación hegemónicos, que han repetido como cacatúas el discurso oficial de la “consternación nacional” cuando el resto seguíamos tratando de sobrevivir entre tanta mierda muy alejados de esa pasarela de León en donde se consumó una venganza personal cruzada de política, dinero e infidelidades… ¿no es todo lo mismo?
Hablemos ahora que todavía podemos. Los recursos públicos con los que pagamos todos a las fuerzas de seguridad se están destinando en este  omento a investigarnos. Recalco  el ‘nos’, porque no dedicarán ni un segundo a  investigar la “apología del delito” cometida por todos los que ayer escribieron demasiado juntas las palabras asesinato y escrache. Esos no delinquen, esos hacen de corifeo a los brahmanes, siempre necesitados de lameculos que adornen sus ritos.
Y después de esto… ¿quieren que participemos en su ritual electoral? Que les den, a ellos y los de su casta.