22/1/09

El Mal es un comodín ideológico

Rafael Sánchez Ferlosio es uno de los pocos españoles anti España y, no solo por eso, una de las mentes más lúcidas de ese decrépito Estado. Aquí algunas joyas que hoy ha publicado....

* (Tertuliano) Sería una grave injusticia despojar a las víctimas de su derecho a contemplar el retorcerse de los cuerpos y oír los alaridos de sus verdugos abrasándose en el fuego eterno.

* (Glosa a José María Ridao) Lo más descorazonador de los políticos es que siempre están empezando, y sin capacidad para darse cuenta de que todos sus empezares son un volver a empezar. Con este empezar recurrente se corresponde el que los gobernados pacientes tiendan a decir una y otra vez "Ahora sí que".

* (Obama 2009-glosa al anterior) Lo peor que podría volver a empezar ahora, una vez más, es una Nueva Era.

* (2ª glosa a la glosa a J. M. R.) Los días, los meses, los años, los siglos, son al fin cantidades de una misma cuenta, pero las Nuevas Eras son inconmensurables golpes de decrepitud.

* (Confianza) Algunos aprecian la coherencia o congruencia como una prueba de honradez en la conducta o como una garantía de verdad en el razonamiento, pero, al cabo, tiene un punto de vanidad estética: vale poco más que la rima, pero es mucho más peligrosa.

* (El gran comodín) Esa noción de "el Mal", extrapolada, encarnada y proyectada en el mundo con jerarquía de Ente, es tan falsa y fraudulenta como la pócima amarilla, sebosa y pegajosa a la que en el famoso "Processo degli untori" se atribuyó la peste de Milán, cuando pasaban por esta ciudad multitud de personas, sobre todo lansquenetes, que huían de la epidemia de peste extendida al norte de los Alpes. Cuando oigo la palabra el Mal, ontológicamente enfatizada, me digo: "Ya está ahí la purga de Benito, se ha terminado la averiguación". Es el gran comodín ideológico, exorcismo de urgencia para cualquier vacilación moral.

* (Equívoco pronominal) Se ponen como muy arrogantes usando el plural, porque piensan que Nosotros tiene la ejemplaridad de no ser personal sino solidario, pero Nosotros es tan persona como Yo, y, si cabe, muchísimo peor persona.

* (Anacarsis) Cada vez más ejemplarmente piadosa resulta hoy en día la respuesta del escita Anacarsis, que visitó Atenas en tiempos de Solón, cuando los atenienses le preguntaban que por qué no tenía hijos: "Por amor a los niños".

* (Creyentes en la inexistencia) Ahora salen con el eslogan "Probablemente Dios no existe; deja de preocuparte y goza de la vida". No sé lo que es hoy en día "gozar de la vida" como no sea gastar dinero y hacer el mamarracho para sofocar el mortal aburrimiento de un mundo malvendido. Pero lo malo de la fe no es que Dios dé preocupaciones, sino todo lo contrario: Dios quita preocupaciones; Dios inhibe, enajena, insensibiliza, embrutece.

* (Tzipi Livni: "Todos deben elegir de qué lado están") Cuando la guerra es escatológica la enemistad entre las partes es una separación divina que sería apóstata infringir.

* (La normalidad) Siempre he sostenido y aplicado la idea de que las fórmulas verbales más comunes y estereotipadas expresan a menudo nociones o representaciones que forman parte del substrato ideológico más cotidiano de una sociedad. Recurren a manera de tics verbales fijados y consolidados en acuñaciones literalmente invariables. No hace falta un oído demasiado suspicaz para detenerse ante una fórmula como "volver a la normalidad", hoy cada día más repetida, ¡tantas anormalidades sobrevienen!, y oír en ella la expresión más profundamente representativa de nuestra sociedad burguesa, liberal y acomodada. La convicción y la confianza son las de que hay una normalidad, como un suelo seguro y permanente, una horizontal de equilibrio, a la que siempre han de volver las cosas tras los ocasionales disturbios o perturbaciones que se elevan o descienden, por así decirlo, con respecto al nivel cero de ese pavimento, alterando la calma e interrumpiendo momentáneamente la constancia y la fidelidad del mundo. Pero no hay que tener miedo: el mundo es fuerte y siempre vuelve a la normalidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El decía que odiaba a España, pero
que no se iría a otro lugar.
Y uno de sus grandes odios era hacia el deporte y los toros.
Pienso yo que odiar a su patria
no tiene sentido. Odiar al sistema,
al engranaje del Estado, sería lo
más cuerdo. Pero el rompía todos los moldes.
Que manera tan cínica de decir
que sería una gran injusticia privar a las víctimas del derecho
de ver a sus victimarios retorcerse
y dando alaridos al abrasarse en el
fuego eterno.
Y eso de que los políticos están
siempre empezando, sin darse cuenta
que todo es un volver a empezar
y ese empezar recurrente motiva
en los gobernados pacientes, la
misma frase "Ahora sí que".
Sobre la coherencia o la congruencia como prueba de honradez
en la conducta, o como garantía
de verdad en el razonamiento,
la tilda de vanidad estética, con
menor valor que la rima, pero
mucho más peligrosa.
Eso de decir que el Mal es una
noción extrapolada, encarnada y
proyectada al mundo con jerarquía
de Ente, es totalmente falsa...
Incursionó en todos los problemas
que agobian al planeta, las guerras, la política...
Hombre de inteligencia clara,
y de ideas revolucionarias,
brillantes y cínicas. Interesante
empaparse de la filosofía de
éste ganador de multiples galardones. Escritor y periodista.
ya octogenario, pero mantiene una
total lucidez y una lengua presta
al sarcasmo y la frase genial.
Excelente!
Baby

Marta Sanuy dijo...

Seguimos de acuerdo. Sólo Don Rafael queda haciendo compañía muchos días.