4/11/08

El Malcontento /Elogio a la política

Publicado hoy en La Prensa



Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com
Voy a hacer justicia. O, mejor expresado, voy a fijar posiciones porque mis desahogos semanales pueden llevar a confusión. Suelo descargar la ira personal, la rabia de ciudadano frustrado, en los políticos, que no en la política. Y no en cualquier político, tengo la mala costumbre y de nefastas consecuencias –como habrán observado- de poner nombre –o, al menos, apellido- a los políticos que considero perversos o, como poco, ineficientes o decorativos.
Cargo menos con el sector privado y, la verdad, es que lo considero mucho más nocivo que el público, entre otras cosas porque suele ser la plata de algunos empresarios la que mueve los hilos de la política local. No hay duda que el mercado sin control, tan legal en territorios ‘desarrollados’ y tan selvático en tierras tropicales, nos ha engullido y la marcha a atrás, si es que la hay, será profundamente traumática para poblaciones enteras educadas ya en las vitrinas de los centros comerciales (esas catedrales tetratétricas llenas de luz y espejitos).
Hoy quiero hacer justicia y defender a la política por encima de todas las cosas. La construcción de lo público requiere de la política y de los políticos. Creo que todos, incluido este articulista, somos culpables de haber satanizado la política. Es ahora desagradable que alguien exprese en público que tiene aspiraciones políticas. Las miradas de resquemor y de desprecio marcan a esa persona que, si tiene pudor, suele desistir del intento. Un niño o una niña en la escuela tiene vergüenza de decir que su papá o su mamá se dedica a la política. No es un ‘trabajo’ de moda.
No hay problema, sin embargo, en presumir de sueños empresariales. Si el niñito dice que de mayor quiere ser millonario provocará la carcajada benevolente de los presentes que, por supuesto, nunca se cuestionarán el hecho de que para ser millonario hay que delinquir o especular –si es que no es lo mismo-. No tengo nada en contra de los millones, pero es que las cuentas no salen: para que unos pocos tengan tanto, otros muchos deben vivir en la frontera de la miseria y la explotación.
Por eso reivindico y redignifico el hecho de ser político o de hacer política. Necesitamos a las y los mejores en la política. No a los mejores empresarios, ni a los mejores artistas, ni a los mejores burócratas… lo que necesitamos es a la gente más inteligente y honesta. Servir a lo público debería ser un orgullo, no un sacrifico. Si lográramos que la política volviera a ser un territorio de esperanzas, los ciudadanos saludaríamos con respeto a los que se dedican a ello, agradeciendo que su inteligencia esté a nuestro servicio. En este sentido, sin ser yo un partidario pasional de Barak Obama sí reconozco en su discurso palabras que puedan construir un entorno político diferente, de imaginación y emoción, de entrega y construcción. Y de eso se trata la política: de construir lo social, lo de todas y todos, un modelo de país y de mundo en el que quepamos y podamos vivir con dignidad.
Recordaba estos días como en América Latina las mentes más lúcidas llegaron a la presidencia o lideraron procesos revolucionarios. Participaron en la política de forma contundente personajes como Domingo Sarmiento en Argentina (autor de Facundo) o Rómulo Gallegos en Venezuela (los míticos Doña Bárbara o Canaima), los muralistas de México (como Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros), Ernesto Cardenal y Sergio Ramírez en Nicaragua, Roque Dalton en El Salvador… La lista es larga. Perdón, era larga. Ahora escasean los ejemplos y eso ‘criminaliza’ la política.
Solo tenemos malas noticias desde esa vereda: corrupción, connivencia con intereses privados, enriquecimientos legales pero ilegítimos… Por eso es tan difícil creer en los políticos. Aun así, renunciar a la política es entregar nuestros países a los maleantes o tercerizar el Estado, que es lo que han estado buscando los pillos neoiliberales desde que el Consenso de Washington diera las órdenes precisas al respecto.
Creo en la política y ojalá que vuelvan los hombres y mujeres honestos e inteligentes a coparla. ¡Oh cielos! Me levanté demasiado soñador hoy. Perdón.
[C. recupera parte de un poema de Dalton que trata del papel de la palabra, de la posición ética de quienes estamos en los medios: “ay del traslado del crimen hacia los hombres de los débiles: “ay de las complicidades / ay de las delaciones /ay de los servilismos /ay de los soplos al oído del verdugo /ay de las tolerancias /ay de las mentiras matutinas y vespertinas…”. Tomo nota]

4 comentarios:

Idoya dijo...

Paco,
Desde Chicago sólo te avanzo lo que será un mensaje mucho más largo y detallado. El cambio es posible, Paco, y como me decía una mujer, "nunca va a llegar de un solo hombre". Eso sí, muchas veces, hace falta un hombre para devolver la esperanza... Lo que muchas veces se olvida de este país con tantos "issues" es que gran parte de su sociedad es consciente de sus derechos y también de sus obligaciones y me da a mi que van a arremangarse otra vez... Te diré que he llorado, de emoción. Y hoy soy un poco más negra siendo también blanca... Por unos instantes no me importa la ceguera del color, que nos mataría el arte, la naturaleza, la vida... Te contaré más de la gente, porque ha ganado él, pero aquí todos se sienten ganadores, y eso es emocionante, pura política...

Anónimo dijo...

Paco: Sabemos que Política es el
arte de gobernar. Los políticos
se encargan de desvirtuar el significdo y terminan desgobernándonos:
no aprenden o no quieren aprender.
Demasiado sutil e incómodo...
Por ello tu rabia, pero yo he
aprendido que política y políticos,
no riman...

Anónimo dijo...

Idoya: Y yo soy tan negra, como
todos aquellos negros que han sufrido tantísimos años, el saberse
negros. Desde mi blancura, me
inclino ante éste hombre, fuera
de serie y hoy quisiera ser uno
de ellos...hoy, ser blanca, me duele.
Baby

Ana Maria Vasquez dijo...

paco te estamos escribiendo dede Jaque un saludo muy especial de Lazaro de Guayabo quizieramos comunicarnos contigo a tu correo no lo tenemos porfavor envianos un mensaje bucbucdao96@gmail.com como digo un saludo de la gente de Guayabo y un afan de comunicacion y de que estes muy bien