17/11/08

Más amaneceres

Estos días he estado muy desconectado, espero recuperar el tiempo ahora que permaneceré más de 24 horas en un mismo lugar. De momento, dos de esas cosillas que nacen por sí solas.

El contagio


Hay ya pocas posibilidades de ocultar la sombra propia ante tanto desdén. Cuando el resto duele, la piel y los días dejan de gozar el sol y las gotas de rocío, para convertirse en cómplices de la noche y las escaramuzas. Las justificaciones son paridas sin control en nuestras vidas de mentira. Todo, todo, todos, todo tiene-una-buena-razón-para-ser y, sin embargo, ahora me parece mucho más claro que nada, nada, nadie, nada puede poner como excusa una balada ni un tremor. Ha llegado el momento de ser coherentes si decimos que el resto somos nosotros.
En ese camino hay que ser cuidadosos al extremo. Acontecen encuentros con personas que ya llegaron a mirarse al espejo y renacieron para poder convivir con el reflejo. Esos seres, extrañas criaturas de ligereza peligrosa, tiene el poder de contagiar su enfermedad a los que en una noche de conversa o en un paseo de descargos osan a escuchar y a sentir el ritmo de sus batallas.
Para qué ser coherente, pregunta el hermano de murallas vírgenes y vírgenes acumuladas. Para contagiar bro, para contagiar, para provocar pequeños tsunamis de dignidad que vayan arrinconando a tantas almas adormecidas, a tantas caras camufladas en la rutina castrante de vivir. Lo demás, es profilaxis, miedo a la roncha en la delgada epidermis humana, pánico al estornudo que moviliza, a las segregaciones del otro revueltas en nuestras entrañas.


Gracias
Agradecido a los aviones y a las lágrimas, trato ahorita de permanecer en esta encrucijada. Imposibilitado para añorar, tentado a poseer, provocado para pedir más, me hago fuerte en la gratitud para constatar que pocos seres han estado en los lugares que yo frecuento. No es visita permanente, ni siquiera habitual, pero frecuento la felicidad como el caminante que evita gastar demasiado el mismo andén para conservar la sorpresa de lo desconocido.

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