22/8/08

Texticos del insomnio V

En esto consiste

Todo es bastante ridículo. La sucesión de luces que contienen vidas, estos motores que sí funcionan, los tragos –dos-, los silencios –dos-, las distancias –una- y los lánguidos bufets –cero-. Mas es justo al sentir todo más prescindible cuando las esquirlas cobran sentido. Vivir, vagar, respirar sin más propósito que profanar la tumba que ya nos ganamos. Se resume casi todo en quebrar el estúpido empeño de trascender para limitarse a ser, a permitir que las pasiones sin objeto prosperen en un corazón gozoso.

Lo importante

Cuando menos hilarante. Se toman en serio lo que acometen, aseguran que dejarse la piel por lo más boludo es un acto de responsabilidad. Mientras, en las goteras de la mitomanía, hay seres conscientes de lo liviano de su tarea, de lo fútil que es darle importancia a las coyunturas, o a los papeles que otros denominan contratos.
Lo importante va a ser este abrazo. La sincera rabieta instantánea de G. La marca en el cuello. La llamada del sur. Las palabras de B. desde su refugio de cenizas y sensibilidad. Ese pubis minimizado y dulce. Aquel otro rebelde y poblado. Uno desconocido y salado. Un verso disperso. El café de la mañana conjugado en portugués. Y los reencuentros. Esos que logran la ficción de que hay algo fijo, que espera, al otro lado de la deriva.

Bondad


Averiguar por qué siguen luchando los que luchan es tarea de inmortales. Escribe L. y relata su amargura al ver caer uno a uno los árboles del bosque que la cobija. A renglón seguido se rearma, vuelve a la carga, a la lucha. ¿De qué están hechos los que siguen luchando? Debe ser de bondad, ese luminoso impulso tan ajeno a lo humano y tan propio de las personas.


Quizá

Durante décadas he diseñado planes para desbaratarlos justo cuando estaban a punto de concretarse. Los guiones, excepto en el cine, son vanos propósitos de controlar lo imposible. Quizás, ahora, desheredado de anhelos, pueda comenzar a disfrutar la incertidumbre, esa infinita vereda de lo posible.

4 comentarios:

César-in dijo...

¿Desde cuándo andas espiando lo que siento? No me molesta que lo publiques, pero ¡Al menos podrías ponerme de sobreaviso! ¡Como es de imprescibndible una mirada limpia y un corazón abierto!
¿Es tarea de inmortales averiguar por qué siguen luchando los que luchan?
Ahora que me he despojado de miedos, puedo acercarme a ser lo que pienso de mí...
¡Cómo te haces imprescindible, hermano!

Paco dijo...

hermano... somos imprescindibles y los reencuentros nos hacen fuertes, potentes, nos recuerdan cuánto nos necesitamos, cuanto nos alentamos

Anónimo dijo...

¡Cuán bello es escucharnos! Tan distintos unos de otros en cada momento y tan los mismos a lo largo del cuarto de hora en que nos es dado pensar y soñar y angustiarnos y sufrir y estar seguros y llorar y enfurecernos y estar felices... Es nuestro cuarto de hora

Paco Gómez Nadal dijo...

Es hermoso, sin duda