14/10/08

El Malcontento de hoy

Latin American Evil


Paco Gómez Nadal
paco@prensa.com
Pobre Margarita… pobre Margarita. Estoy recogiendo tarjetas telefónicas vencidas con las que construir su olvido. Espuma de hoy, triunfo de mentira, movimiento nacional efervescente, mediático, tan falso como las burbujas del champagne que desaparecen de manera más silenciosa pero rápida que como aparecen. Pobre Margarita, que es ícono nacional de la victoria tramposa (la que da el dinero) y de esta época en que nada supone esfuerzo: si se entra a un concurso televisivo y hay dinero detrás, lo de menos es el recorrido.
Tiempo de atajos este. Al mismo tiempo que Margarita entraba al Olimpo de la corriente mediática, el premio Nobel de literatura recaía en Jean-Marie Gustave Le Clézio. Para conseguirlo, ha tenido que escribir cincuenta libros, vivir 68 años y arrastrar sus huesos por universidades de medio mundo dando clases para pagar sus deudas (nadie le regala plata en las esquinas para ayudarlo). Llegará el tiempo en que los Nobel sean organizados por Sony y que el país que pueda juntar más tarjetas telefónicas decida qué escritor mediocre recibe el galardón. Le Clézio (del que parece que solo importa si pisó tierra panameña o no) no ha utilizado atajos: especie en peligro de extinción.
La industria televisiva y mediática en general aprendió de la democracia que podía lucrarse dando la falsa sensación al público de que participa, de que elige por votación qué quiere y qué no quiere. Todo mentira, pero ahora elegimos con un click las nuevas maravillas del mundo, la película que queremos que programe TNT o la voz de la que se enamorará América Latina. El universo convertido en una Teletón patética en la que el ritmo y los trancotes los marca Medcom: ora la furia roja, ora Margarita…
Pobre Margarita, víctima y títere de esta obra. Y pobres los que hemos sufrido el chaparrón y la decepción. Yo, que siempre he dicho que las ciudadanas y ciudadanos son inteligentes tengo que retirarme de mis convicciones porque en estos días se ha demostrado que manipular a todo un país es fácil. La fórmula: que todos los medios participen, que hasta el presidente de la República le dedique unos minutos y, ante todo, convertir la gesta en un asunto de orgullo nacional. Hasta yo dedico mis 850 palabras de rigor a inflar este “fenómeno” (que era como se denominaba a los esperpentos de circo hace un siglo).
Pobre la identidad nacional si está concentrada en un concurso televisivo, pobre si solo se concentra en gestas individuales y no colectivas (esta vez no coincido con la loa a la patria de Boby Eisenmann). Pobre Margarita, convertida en símbolo patrio que nadie recordará en un año…
Pero tengo propuestas para seguir con esta ficción y no perder el momento de emoción nacional. Ahora deberíamos participar colectivamente en Latin American Evil, un concurso que pretende determinar cuál es el mayor canalla de nuestros predios. No conseguiremos tanta plata ni tarjetas porque los que suelen donar para Margarita o para el lazo rosa son los concursantes que compiten en este innovador concurso.
Puede elegir. Si considera que los mayores canallas son nuestros políticos que consideran que es normal que los familiares se ganen los contratos que ellos mismos generan y los que los respaldan (Léase Martín Torrijos, Tarté, Escobar, Díaz, Paredes, etc…) marque 0000; si prefiere votar por los que están regalando el país con el mayor descaro (Léase Ligia Castro, Carmen Gisela Vergara, Pérez-Guardia, Blades, etc…) mande un mensaje con la palabra “descaro”; si quiere apoyar a los nuevos fundamentalistas que creen que a Dios les molesta que tengamos sexo con la luz prendida (son tantos que no caben los nombres) marque el 6969; puede apoyar también al centro financiero de Panamá por ser el único que no va a sufrir la crisis económica mandando un mensaje con “jajajaja”; no olvide apoyar a los medios de comunicación nacionales por su significativo apoyo a la idiotización de la población marcando el $$$$; y, recuerde, el concurso es tan flexible que le permite votar por concursantes no postulados.
Me acusarán de cinismo, pero puedo modificar mi opinión si los mismos medios (todos) que han entrado al trapo de esta vergüenza nacional, movilizan a nuestro país para recaudar fondos para los connacionales que están siendo víctimas de la inseguridad alimentaria, o para ponerle tres tristes bombillos al triste parque que tanto anunciaron en donde antes estuvo el mercado público, o para abrir algún espacio público con parque y verde en esta ciudad de cemento y carros, o… Esperen ¿eso no es labor del Gobierno?
Estamos perdidos. Mejor nombremos a Margarita como presidenta de honor de la Teletón (este año no hay niño símbolo), o ofrezcámosla como fórmula vicepresidencial para Balbina y así nuestro pequeño universo será perfecto.
[C., a propósito de la crisis financiera, ha encontrado las palabras de García Lorca sobre la de 1929, qué belleza: “Tuve la suerte de ver por mis ojos el último crack en el que se perdieron varios billones de dólares, un verdadero tumulto de dinero muerto que se precipitaba al mar, y jamás, entre varios suicidas, gente histérica y grupos de desmayados, he sentido la impresión de la muerte real, la muerte sin esperanza, la muerte que es podredumbre y nada más, como en aquel instante, porque era un espectáculo terrible pero sin grandeza”].

5 comentarios:

Miracles dijo...

Entiendo por su artículo que solo aquellas personas que son expertas en un tema son los que tienen derecho a opinar. Usted pone como ejemplo los premios Nóbel en donde un panel de expertos tiene en sus manos el poder de decidir a quién se le va a conferir dicho premio. Eso significa entonces que los panameños comunes y corrientes como yo, que no somos expertos en música y canto por ejemplo, no tenemos el derecho de escoger al Latin American Idol. Si es así, entonces de ahora en adelante que los candidatos presidenciales los escoja también un panel de pundits y no el pueblo ya que para usted la voluntad popular no tiene valor si esta conformada por un grupo de personas no expertas en el tema. Si yo como panameña, más bien, como persona y punto, independientemente de mi nacionalidad, no tengo derecho a gastar mi dinero como quiera y por la causa que quiera entonces ahí si estamos en serios problemas.

Las personas que han leído su articulo y están genuinamente emocionadas con el triunfo de esta niña al leer su frase de "Pobre Margarita, convertida en símbolo patrio que nadie recordará en un año…" se van a asegurar que sus palabras no se cumplan y luego usted mismo (gústele o no) se convertirá en el artífice del éxito de Margarita, porque gracias a usted el resto de nosotros, por nuestra terquedad, nos aseguraremos de que ella no quede en el olvido como usted lo predice. Dichoso usted que tiene esa bola de cristal, espero que nos la preste al resto del pueblo panameño que mucho provecho sacaríamos de ella.

El logro de Margarita no es ser la nueva Latin American Idol sino haber logrado que con tantas noticias negativas que vemos a diario en este país los panameños hayamos podido olvidarnos de todo lo malo y vivir en una burbuja de euforia y felicidad aunque fuere por tan solo una semana. No tiene idea lo lindo que fueron esos siete días en los que no importó más nada que cumplirle el sueño a una persona que ni siquiera conozco. Ojala y usted (a pesar de ser una persona supremamente negativa como lo demuestra en sus artículos y como el mismo Daniel Pichel menciona en su artículo "Cuando ganan los buenos") pueda experimentar algún día esa alegría que vivimos la semana pasada y quizás eso logre poner fin a su negatividad. La verdad es que no me enteraré de todas formas ya que después de leer tantos de sus artículos el de "Latin American Evil" es el último que leo. Por este medio renuncio a seguir leyendo lo que sale de su pluma.

Anónimo dijo...

Loas para Paco Gómez Nadal

14 DE OCTUBRE. Por este medio quiero felicitar al periodista Paco Gómez Nadal por su valiente y certero artículo de opinión titulado: “Latin American Evil” (La Prensa 14/10/2008), que muchos de nosotros hubiésemos querido poder escribir tan bien como él. Ni le falta ni le sobra. Mejor se daña, como decimos en “panañol”.

Para mí, que tengo muy claro el concepto de valores, la superficialidad de tamaña aberración como es el “idolizar” a quien nada ha probado, me comprueba una vez más que este es un pueblo de salsa, guaro y campana y que, cínicamente, traté de retratar en una canción que la han tomado como “salsosa”. Al menos, gracias al internet y la televisión europea, dos acontecimientos superaron la mediocridad de los medios panameños:

1. El Nobel a Le Clezio, autor a quien leo desde su Proces verbale.

2. La conmemoración de los 30 años del fallecimiento del más grande autor–compositor–intérprete en lengua francesa Jacques Brel (artículos en los principales diarios del mundo, subasta en Sotheby’s París, etc.).

A ambos, como bien dice Paco Gómez, les costó imponer su arte y ambos estuvieron en este país, uno con los indios emberá y el otro, durante meses mientras su yate “El Askoy” se mantenía anclado en el puerto de Balboa, a la espera de surcar las aguas del Pacífico Sur rumbo a Ivahoa en el archipiélago de las Marquesas, donde reposa ahora junto a Gauguin. Un artículo como el de Gómez Nadal, no solo se lee, se relee y se saborea como un buen cognac y luego se guarda para que al sacarlo nuevamente a la luz, conserve la frescura y la calidad de lo que se añeja con inteligencia. Felicidades al autor.

Pedro Altamiranda

Anónimo dijo...

Milagros, Milagros, es tergiversar
lo que ha querido decir Paco.
Se asombra uno cómo la gente desinformada ignore que esos programas son de lucro?
Que aquí no ha importado la bella
voz de nuestra Margarita. Aquí
influyó la cantidad de dinero recogida y no para causas nobles...
Fué una forma de darle circo al
pueblo como en épocas que sería
mejor no recordar...
Ojalá se movilizaran así para ayudar a nuestros olvidados indígenas, víctimas del abandono,
la insalubridad, el hambre...
A tantas causas nobles, que
les habría caído de perlas una
inyección de tal magnitud, que ni
con veinte rifas de carros, logran..
Y se necesitan tres días de teletón para lograr recolectar la suma que piden los 20-30 para ayudar a sus nobles proyectos... Aquí, en un solo día,
ya se había logrado reunir tres
millones de dólares, para Sony
Corporation, etc. etc. No es
penoso? Cada cual hará con su
dinero lo que le convenga, pero
no se debe confundir a dónde va
realmente. Es triste...Gracias por
tener a Paco, que a riesgo de ser
mal interpretado, vejado, insultado, tiene la valentía de
señalarnos cosas que nos duelen,
pero que son totalmente, ciertas... El no
ha demeritado a Margarita...
Es un valor nacional y seguirá
cosechando triunfos, pero no tendrá
que ser de ésta forma...

Anónimo dijo...

Blades pide una disculpa pública
15 DE OCTUBRE. En un artículo titulado “Latin American Evil”, publicado en La Prensa el día 14 de octubre de 2008, el periodista Paco Gómez Nadal señala en uno de sus párrafos lo siguiente: “si prefiere votar por los que están regalando el país con el mayor descaro (Léase Ligia Castro, Carmen Gisela Vergara, Pérez–Guardia, Blades, etc...) mande un mensaje con la palabra “descaro”.

Como quiera que mi apellido aparece mencionado en la lista de los que estamos “regalando el país”, y ello compromete mi prestigio como ciudadano panameño y como servidor público, solicito formalmente al diario La Prensa que aclare, públicamente, si el Blades que se menciona en el escrito se refiere a mi persona.

Si así fuera solicito que el diario muestre las evidencias con las que sustenta tal acusación, y en el caso de que no tengan las pruebas, demando una disculpa pública, de manera destacada, con la admisión por parte del diario, de que se trata de una acusación infundada. En nuestro país se ha jugado con la reputación de muchas personas, y quienes lo hacen, en lugar de enfrentar las consecuencias, terminan evadiendo su responsabilidad a través de mecanismos como indultos políticos y otras acciones de poca moral. No voy a permitir que su diario, ni el periodista Gómez, ni nadie, empañe una reputación labrada a lo largo de toda una vida.

Tampoco voy a permitir que se desacredite el esfuerzo hecho durante estos cuatro años, durante los cuales me he alejado de mis asuntos personales y profesionales, para dedicarme a trabajar por el bienestar del país y de mis connacionales.

Rubén Blades



NOTA DE LA DEFENSORA: El artículo del señor Paco Gómez Nadal fue publicado en la sección de Opinión y, como tal, refleja su opinión, no la de La Prensa.

No le corresponde a este medio ofrecer disculpas por la opinión del señor Gómez Nadal, ni por la de ninguno de los columnistas.

http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2008/10/23/hoy/defensor.shtml

Anónimo dijo...

Cuando se tiene el techo de cristal, las amenazas salen sobrando. "Oídos sordos, a palabras
necias"... Y aquí el techo es del
más fino cristal veneciano...
Baby