1/9/09
Blanco en blanco
Tres botellas de Blanco logran destilar la muerte y la desesperanza. Viejos amigos no tan viejos compartiendo la vida y el estar vivos, la obligación de estarlo. Mi alma algún día reventará por no aguantar tanta carga, tanta necesidad de latir como corazón en medio de este terrible páramo marcado por la desaparición y la humillación en cuerpo y comunidad. Siguen, estas gentes siguen, resistiendo, actuando, peleando, luchando. Y no sé cómo lo hacen, ni cómo ni de dónde sacan la energía. No creo que tengan esperanzas, ese es asunto de ingenuos o diletantes. pero tienen toda la convicción de que hay dos maneras de vivir: al margen o de lleno. Regreso caminando a mi mismo con algunos tragos de más y alguna luz fundida en el espíritu. Sin embargo, extrañamente, cuando dejo que mi cuerpo descanse lo que mi cabeza no puede, hay una fuerza increíble confirmando mis convicciones, empujándome hacia donde el Otro me reclama. No puedo decir más, es hora de hacer.
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