13/12/10

Adiós al atrevimiento

Recuerdo la primera vez que escuché la percusión de First We take Manhattan en la versión de Enrique Morente. La piel se me erizó y sigue así. García Lorca, Leonard Cohen, Lagartija Nicks y Morente. Québestoa, qué manera de emocionar y de revolucioanr todo.
Omega, ese disco críptico, duro, inapelable, exigente, me metió en el universo de Morente. De ahí me hizo re-conocer a Miguel Hernández, a Antonio Vega, el flamenco de siempre, el flamenco atrevido, el flamenco y la palabra, sin límites. Atrevido cantaor de nuestro tiempo, osado flamenquero de camisa con cuellos anchos y peinado de tormenta, herencia de moros granainos.
Cada vez que se muere un poeta, un cantante del alma, alguien capaz de hacernos llorar o estremecernos sólo con su voz o con su palabra, el planeta está de luto. Morente entró a reparación y salió frío, olvidado de sí, sin ser ya él ni su recuerdo. El único consuelo para algunos muertos es la memoria tallada en su obra. Qué raro es el día de morir, que inesperado ese segundo sin aliento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonitas palabras de despedida para este gran maestro, luchador incansable.
OLE OLE y OLEE nos queda su arte.