Cuando prendo la luz aparecen penumbras a las que no sé cómo saludar. Ver es doler, actuar es medrar para que las heridas de la vista duelan un poco menos. La decisión es de uno imagino, aunque, en realidad, hay muy pocas cosas que decidamos por nosotros mismos. Hasta lo más obvio recibe un empujón de algún lateral de nuestra consciencia. Durante muchos años he sido coautor de los mensajes del sistema que empujan en una u otra dirección. Ahora, aún con la excusa alimentaria, lo hago de vez en cuando. Es tan agotador tener que bajar los párpados a ratitos solo para 'facturar' sin que escueza tanto.
Sin embargo, el rato en el que los ojos están de guardia y la luz es clara y directa la vida cobra otros significados. A veces, muchas, no alcanzo a ver las estrellas, ni siquiera el sol radiante que se da chapuzones en este mar contaminado, pero aparecen nítidas las personas, las voces, los alientos en clave de sigue. Nada de lo que hacemos sirve para mucho, a pesar de desvelos o pasiones, pero no hacerlo le restaría el poco sentido que tiene la vida. "Es solo este momento", me dice el filósofo. "Es un momento histórico", le respondo pedante aun sabiendo que ya pasó el momento en el que la historia podía tener alguna importancia.
Abro los ojos pues y tengo que escuchar como algunas guerras "son necesarias" para la paz, como los mentirosos se convidan en Copenhague a la salud del planeta moribundo... abro los ojos y ya no puedo ver a los muertos civiles del día en Afganistán o en Irak o a los 48 mil niños que trabajan en este país que usufructo, ni siquiera intuyo por qué Erasmo sigue riendo a pesar de haberlo visto esta mañana desperezarse en su hogar callejero de un 1.20 x 0.80 metros. Mas... ay bendita vista que me permite cada ciertas semanas mirarte a los ojos mientras me dices un te quiero o ver con la conciencia tranquila a los canallas que envenenan a la mayoría y que tratan de ensuciar lo que somos. Son dos de los motores de este alma: tu amor y la necesidad irremediable de caminar hacia la coherencia.
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1 comentario:
Desde Dinamarca, un pueblito chiquito, pero sin dejar de avergonzarme por el show al que fuimos expuestos. En este planeta que necesita un milagro, pero parecen estar agotados....un abrazo
Veronica
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