25/12/09

En esto, la noche sin párpados

No habrá dulces hoy para ese hombre al que le acaban de leer su sentencia: 11 años por no estar de acuerdo con lo que debe ser. La luz del cuarto es lánguida allá donde permanecen las 69 personas sin patria a las que otro país ha confinado en el peligro ingrávido: sin pasaporte, sin futuro, sin vuelta atrás en el derrotero del abismo. Tampoco parecen fechas venturosas para los que pedalean en la máquina sin tiempo en la que se construyen nuestros abalorios a precios de ganga. Sin embargo, las paredes rezuman de deseos buenos como falsa es la voz que los imposta, hay te quieros de papel de seda que se reparten como libras de desechos radio-activos, noches sin párpado reservadas para aquellos que bucéan en alcohol lo que no pueden nadar en la consciencia. Y nosotros.... nosotros somos apenas testigos cómplices de la demencia que elegimos, como dice el poeta, amarnos para huir de la vida.

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