14/5/09

En La Estrella


La nota que publicó La Estrella de Panamá sobre el festival Todos somos Naso


PROTESTA MUSICAL EN LA PLAZA DE LA CATEDRAL

Bajo la luna todos fuimos naso

05-10-2009 | ERROL E. CABALLERO
ecaballero@laestrella.com.pa
El espectáculo convocó tanto a personas comprometidas con la causa naso como a jóvenes que buscaban pasar un viernes distinto

Nacional PANAMÁ. El pálido fulgor de la luna llena contrasta con el intenso reflejo del fuego en los ojos de un malabarista, quien hace danzar dos llamaradas en el aire. La concurrencia, compuesta por una peculiar mezcla de extranjeros, indígenas, mochileros, bohemios, ambientalistas, rastas y jóvenes adinerados, se reúne alrededor del descamisado que juega con las llamas.

Mientras que en el exterior se lleva acabo una animada fiesta cultural, en el interior de la glorieta, atiborrada de hieleras de todos los colores y formas, sandalias, colchas, pailas, botellas de agua, paquetes de pañales desechables y otros enseres, reina una atmósfera de cansancio y sosiego.

Frente a las escalinatas, un hombre descalzo presencia en silencio el espectáculo. Se trata de Valentín Santana, el rey de los nasos, quien toma entre sus manos un estuche de discos compactos, algunos de los cuales han sido reproducidos a lo largo de la noche, y repasa, con un gesto que denota escepticismo, los nombres que aparecen en las carátulas. La mayoría son nombres conocidos de la farándula local o internacional, que ninguna relación guardan con la música de sus ancestros.

“Nunca en nuestra vida habíamos visto una de esas máquinas”, rememora uno de los adolescentes que forma parte del campamento naso, establecido desde hace más de 25 días en la Plaza de la Catedral. El joven de cabello hirsuto hace referencia a los tractores que el pasado 30 de marzo lo forzaron a él y a su familia a abandonar sus viviendas en la comunidad naso de San San Druy, en la provincia de Bocas del Toro, cuando fueron, según ellos, injustamente desalojados por la empresa Ganadera Bocas.

ARTE COMO PROTESTA Y CATARSIS

Las dramáticas escenas de este desalojo han quedado plasmadas en una serie de dibujos que adornan las paredes exteriores del “gazebo”. “Muchos de los niños todavía se encuentran traumatizados”, explica Mir Rodríguez, de la Fundación Almanaque Azul, una organización que promueve el turismo sostenible en Panamá.

Rodríguez es uno de los cerebros detrás del Festival “Todos somos naso”, que desde el viernes se está celebrando en la Plaza de la Catedral en solidaridad con la lucha de este pueblo por recuperar sus tierras.

Artistas como Lilo Sánchez, Yomira John, Cienfue, Carlos Méndez, El Jaguar, Pepe Calavera, Audri Yala, Carlos Zúñiga y el dueto “Los baños públicos” se han estado alternando en la minúscula tarima de este evento cultural, improvisada en las escalinatas de la glorieta.

Además de las presentaciones musicales, los asistentes, algunos de los cuales decidieron acampar en la plaza para mostrar su apoyo a los indígenas, han podido apreciar imágenes en video y fotografías de lo que constituyó el desalojo perpetrado por la empresa Ganadera Bocas.

RUTINA DE UN CAMPAMENTO

Durante las últimas semanas, la vida en el campamento naso-teribe ha sido ardua y ha estado marcada por la carencia. Los nasos han tenido que lidiar con los aguaceros, con el impetuoso sol que hace que les broten llagas en su piel, con los piedreros que les roban el papel higiénico, etc.

Para prevenir los hurtos, los miembros del campamento se rotan para montar guardia durante la noche, tal como explica Luis Antonio Gamarra, uno de los dirigentes de esta comunidad.

La actividad en el campamento empieza desde antes del amanecer. Tres personas se encargan de preparar el desayuno. Cada día trascurre entre visitas a los ministerios y a los medios de comunicación.

Aunque el Festival “Todos somos naso” culmina el día de hoy, los miembros de este grupo indígena permanecerán en el Casco Viejo por un par semanas más, esperando recibir una respuesta que consideren justa por parte de las autoridades.

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