11/4/11

Sólo imágenes

La decandencia y la decencia. El olvido, siempre.

Todo en el mismo espacio público, en el mismo andén de la ceguera. A un lado, decenas de chicas embadurnadas para paracer mayores, encaramadas a los andamios del patriarcado para ser cazadas. Hombres mayores que ellas, embutidos en camisas para dos tallas menos, colmillos afilados, torpes requiebros no de coqueteo sino de buitres carroñeros buscando hacer una muesca más en sus penes plásticos como plásticos son sus cerebros. [Flash back: Sayyed Qutb escandalizado ante la superficialidad de esos adolescentes y jóvenes gringos de los cuarenta]

Cerca,a escasos metros, llega el autobús de los que ya fueron y ahora tienen derecho a disfrutar. Otra generación, la que vio la mierda y salió de ella, la que tiene la culpa de habrnos permitido olvidar amparados en el silencio del "ya pasó". [Flash back: las series televisivas en Iberia muestran lo que fue un sueño de progreso disfrazado de folletín de amor. Sus protagonistas y opositores lo ven cada noche como si ellos no hubieran sido parte de esa historia. Nadie habla de ello.]

Ahora entiendo un poco más esta indolencia, esta parálisis que como profetizaba este fin de semana García Montero, nos llevará a la derrota, a la postración mansa de los derrotados y humillados. Los unos, ignorantes y estupidizados por una sociedad donde la apariencia triunfante y el aparente triunfo se marca en todos los horarios; animalizados humanos vestidos como payasos que no eligen ni quiénes son ni cómo parecen. Los otros, derrotados de una batalla de ideas y abrazados a la del confort. Ya dieron lo suyo, sí, trabajaron como mulas engañados por la responsabilidad capitalista, pero también ayudaron a hurtar lo nuestro. [Salvavidas: y veo a José Luis Sanpedro y recurso a Saramago y redignifico a Hessel]

En medio, todo un abanico de incoherencias e incoherentes, como nosotros. Luchadores contracorriente que saben perdida la batalla de antemano, bienintencionados peligrosos que juegan a mantener el sistema vivo con curitas y anestesia, politicastros con buen discurso que no han logrado evitar siquiera que extirpen de sus barrios las flores de primavera, periodistas que escudados en el emplo se han olvidado del sentido de su trabajo...

Las chicas de minifalda imposible y rostro transformado sólo aspirarán hoy a triunfar el próximo fin de semana. Los machos sin cabeza seguirá urgando en sus testículos para encontrar argumentos válidos para su miseria. Y yo, miraré a ver si la noche me deslumbra con la esperanza del nuevo día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JODER que bueno, como lo plasmas, no lo que significa que es brutalmente cierto.