Para P.
Hay que hacer de esta mañana un espacio tolerable. No puede
ser que el dolor se enquiste en tus párpados ni que la desesperanza brote como
maleza en tu regazo. Por eso he elaborado este pequeño catálogo de lo bello,
para que lo aguardes en el suspiro de nuestro aliento compartido.
Mira hacia tu izquierda, verás un pueblo que no tiene miedo
y que se levanta de la humillación con una sonrisa sin resaca. Al frente tienes
un pequeño vals tan susurrado como hermoso. Detrás, quizá sin que te des
cuenta, el futuro corre hacia un amanecer con tantos matices rojizos que el
diccionario no tiene acogida en él.
No dudes de la belleza que aloja la mirada enfadada de
nuestro pequeño atorado al escribir una poesía, ni de la generosidad de
nuestros equivalentes que nos regalan abrazos y algunos traguitos de ron
usurpados al mercado. A veces, te vas a encontrar con una orquídea extraña,
regalo sin adjetivos de una naturaleza siempre generosa; quizás la voz de una
amiga te recuerde que estamos enraizados en los más bellos afectos; y puede que
el texto escrito en la intimidad de los baúles te haga recordar que los humanos
tenemos una capacidad para componer la lindeza con tipos de hierro líquido.
No puede faltar en este pequeño catálogo el tiempo… el
tiempo en que somos nosotros, sin ropa ni caretas, el tiempo en que nuestra
piel respira y habla a la espera de que nuestros labios construyan pequeñas
obras maestras de la arquitectura personal.
Ánclate en la belleza para que esta mañana sea tolerable y
para que mañana sea anhelable. Honra a
la vida con la sonrisa disimulada junto a la máquina del café, bendice a la
hermosura al volver a mirar a todo y a todos con ojos de niña, limpios, osados,
impúdicos, temerosos también.
1 comentario:
Intento buscar una palabra para describir la sensación al leer esto, como si se pudiese describir el tocar un papel de una carta vieja que te rememora lo humano que has sido. Hay palabras que parecieran cargar más historia de la que su significado muestra a simple vista. Simplemente fue sencillo y bello leerlo, como las cosas profundas que por sencillas y bellas son doblemente hermosas.
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