26/12/14

Se vende hiel (o)


Hay vendedores de hiel que se camuflan en el frío bloque de los raspados. Dicen que pueden edulcorar el gélido bofetón con colores de mentira y leche condensada. Aseguran que en el paseo vespertino nos aportan las calorías y la alegría que la mañana nos hurta. Suelen disfrazar su mala baba con el semen de caracol que recolectan en las ausentes madrugadas de los desérticos rascacielos donde se transa con nuestra vida. Nosotros mordemos su ponzoñoso regalo para hacerlos creer que todo está en orden. Por dentro, el caos hace su trabajo y la rebeldía, tan ausente de la Bolsa y sus avatares, empieza a cotizar al alza.

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