Hay vendedores de hiel que se camuflan en el frío bloque de
los raspados. Dicen que pueden edulcorar el gélido bofetón con colores de mentira
y leche condensada. Aseguran que en el paseo vespertino nos aportan las
calorías y la alegría que la mañana nos hurta. Suelen disfrazar su mala baba
con el semen de caracol que recolectan en las ausentes madrugadas de los desérticos
rascacielos donde se transa con nuestra vida. Nosotros mordemos su ponzoñoso
regalo para hacerlos creer que todo está en orden. Por dentro, el caos hace su
trabajo y la rebeldía, tan ausente de la Bolsa y sus avatares, empieza a
cotizar al alza.
26/12/14
Fin de año
Ya debes saber que no cierro años sin anhelos incumplidos.
Este no iba a ser menos. Pero también deberías estar segura de que mis sueños, agazapados
en tu piel, se cumplen puntual y periódicamente siempre que posas tu alma junto al café de la mañana y untas con tu voz la árida espalda de mi mañana.
10/12/14
Algunas verdades
Abrir los ojos no duele
Sólo la certidumbre del hastío nos empuja al canibalismo
Si giras tu cabeza para ojear tus huellas asegúrate de no
toparte con el silencio
Cuando sangro soy desierto de recuerdos; cuando lloro, pesada
duna de memoria
Juntos somos más, pero los imanes dejaron de funcionar
cuando instalamos las dobles ventanas térmicas
El aliento de la muerte nos persigue y es su vaho el que nos
recuerda, sólo en algunos instantes, la casualidad de estar vivos.
Saber sabe (a) margo
Hoy no estoy dispuesto a renunciarte
La televisión tiene dientes postizos
Las agendas sirven para justificar los desencuentros
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